domingo, 2 de diciembre de 2012

¿Uno o dos estados?

El pasado 29 de noviembre Palestina fue reconocida como estado no miembro de las Naciones Unidas. Más allá de que cualquier persona que apoye la causa palestina salude este hecho (como derrota diplomática y poco más de los estados imperialistas), no es ni mucho menos el fin al problema que sufre el pueblo palestino, ni siquiera el principio del fin.

En el artículo que sigue en estas líneas muestro mi opinión sobre cuál sería la solución a la opresión que sufre el pueblo palestino.
Pocas semanas antes de la última agresión del Estado de Israel en la Franja de Gaza, Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), pidió en las Naciones Unidas (ONU) que Palestina pasara de “estado no miembro” a “estado observador”. Por otro lado, Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, aunque sigue declarando que no reconoce la solución de los dos estados, ha dejado caer en los últimos tiempos que aceptaría una declaración de estado palestino en los actuales territorios de la ANP. La izquierda palestina que históricamente rechazó la solución de los dos estados, se encuentra sumamente debilitada.

¿Cuáles son los problemas de la solución actual preconizada por las instituciones y clase dirigente palestina, así como Israel y sus aliados? Un estado palestino con los actuales territorios estaría completamente aislado entre sí mismo y controlado por Israel para ir de una parte a otra del territorio. Por otro lado, los centenares de miles de palestinos expulsados durante décadas por los sionistas de la Palestina histórica, no podrían regresar a su hogar, ocupado por el estado racista de Israel. Por último, la actual población palestina en el Estado de Israel, un 20 % del total, podría ver intensificada el estado de apartheid al que es sometida. En ningún caso mejoraría su actual situación con la naturaleza del Estado israelí.

La única solución viable para el pueblo palestino no pasa por el reconocimiento por parte de la ONU de un estado resquebrajado y dependiente del estado sionista. Tampoco pasa por una liberación desde “arriba” por parte de los mártires de Hamas u otras organizaciones armadas en nombre de todo el pueblo, como tampoco vale un reconocimiento como estado por parte de Irán, o cualquier dictadura del mundo árabe. La salida para el pueblo palestino y la consecución de una paz definitiva, pasa por la consecución de un solo estado en la Palestina histórica; un estado laico, democrático y popular. Una solución que acabaría con el actual estado racista y antidemocrático que es Israel.

También parecían quimeras las revoluciones árabes, las mismas que han derrocado dictadores y continúan en la búsqueda de la justicia social. Sólo con el fortalecimiento y la extensión de dichas revoluciones, se debilitaría el Estado de Israel, y con el apoyo de todos los pueblos árabes ya liberados, la libertad y la justicia social en Palestina estarían más cerca.


El artículo aparece en el periódico de la organización En lucha de diciembre de 2012, http://www.enlucha.org/site/?q=node/18004

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